7/7/11

DIARIO DE ALE DESDE ABUGIDA- 2

MIÉRCOLES 6 DE JULIO


Hoy mis exbombones cambiaron de aula, promocionaron a la de los melones, que es donde está nuestra habitación.
Así que ahora somos vecinos. Los teníais que ver, están mondantes. A ver si los nuevos me dan una mañana de tregua y puedo echar un día con ellos.

Para empezar la jornada, Jonás, el almacenero, ha decidido cuidarnos. Así que apareció en el aula con agua caliente para té o café y bollos de pan. Así da gusto!

Bueno, por fin LLEGARON LOS NUEVOS BOMBONES!! Como era el primer día,
pensé que vendrían poquitos, hasta que les llegara la noticia. Pues solo faltó
una! En total CUARENTA Y TRES bomboncitos!
Yo cuando vi a tanta madre con tanto niño casi muero. Con decir que no pensábamos usar hoy la clase nueva, pensando que vendrían poquísimos y tuvimos que hacer un desalojo urgente de lo que era nuestra “central de operaciones”, lo digo todo.
Zeri pasó lista a la entrada y las mamás dejaron sus niños con sus tutoras.
Empezó el berreo! Berreo del grande multiplicado por cuarenta y tres. Sucios
venían por demás, pobres míos. Y la ropa era purito harapo. Así que
priorizamos la higiene y bañamos a TODOS. Qué paliza! Estaban asustaditos
del todo, pero poco a poco se fueron calmando. Baño caliente, crema, masaje
con aceite y ropa limpia. Imagina como se iban quedando y lo bien que olían.
Sólo eché de menos un bote de colonia Nenuco! Ya me enamoré de uno de
esos que se te pegan como si fueran piezas del Tetris y llora si te separas. Casi
me lo ato a la espalda! Aun no sé cómo se llama. Nadie sabe cómo se llama nadie!
Teníamos aquí ropita para unos 80 niños, así que la liamos parda. Yo solo oía “GIRL
SMALL!!, BOY BIG!!”. Y si era Carol la que me pedía, oía “DAME ROPA PARA UNA
PRINCESA!” Jeje! Y ahí nos vieras repartiendo a unas y otras, tratando de conjuntar, poniendo pañales, vistiendo y... ¡objetivo conseguido! Quedaron preciosos!  Más chulos que un ocho!
Después les dimos de comer y la mayoría devoró.
No hubo más, estamos en periodo de adaptación. A las madres les encantó encontrarlos tan limpios, oliendo bien, comiditos y felices (¡ya no lloraban!).
Me ha encantado ver a las cuidadoras más ágiles, compenetradas y eficientes.
Fallos había, claro, pero todos los tenemos y se irán corrigiendo. Nada que ver con el año pasado. Nadie se agobiaba, todos saben que los llantos duran tres días.
Manejan el baño, la comida, se ayudan unas a otras. Las limpiadoras y cocineras ayudaron mucho viniéndome también al aula de los bebés, porque cada una andábamos con dos peques en brazos y con tres no podíamos.

Y entonces tuvimos reunión de equipo docente con Zeri y todas las cuidadoras. Valoran la jornada positivamente y dicen que se les pasó el tiempo volando. Qué bueno!
Nos piden pañales, tacitas, cortinas para el aula, papeleras, cubos para el baño, calcetines...
Compraremos lo necesario y seguiremos cuidando de que nuestros bombones crezcan sanos y felices en esta Caja Roja de Abugida. Les hemos dicho a las cuidadoras que tiene el curso obligatorio de formación para cuidadores de guardería etíope todas las tardes hasta que nos vayamos. Y la respuesta ha sido... que si pueden venir además otras maestras de la escuela. Yo lo flipo! Qué les han dado a éstas este año? Nosotras hemos prometido certificado a cambio. Jeje!
Cuando todo acabó una de las seños de los nuevos bombones (Kebebuch) pasó a ver a los nuevos melones (mis bombones del año pasado, que han sido alumnos suyos este curso. Y se la comían a besos! Me encanta ver esto, queda claro que los peques se sienten felices y seguros y crecen sanos y alegres en esta escuelita paradisiaca.
Ducha imprescindible (después de tanto pipí de bebé encima) con agua fresquita
(calentador estropeado) y a lavar ropa. Ya llueve, qué rollo. Así que no hemos salido a la calle, era tarde (más que tarde, de noche, que aquí anochece pronto), estaba todo embarrado... Nos apetecía airearnos, pero no ha sido posible. Nos quedamos y aprovechamos para anotar quehaceres, planificar compras, organizar las clases...
Por lo demás, estamos sanas, los bichos vuelven a comerme,  me eche el antibichos (a Carol ni se le acercan... porque cuando acaban conmigo ya no tienen hambre), comemos bien, dormimos bien, nos cuidan muchísimo... y sabemos que el tiempo, el dinero y el esfuerzo dedicado el verano pasado y éste es realmente productivo.
Besos de chocolate a todos!